Fidamerica Diciembre María Cristina López – México

María Cristina López – México

María Cristina López

MEXICO

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HISTORIA DE VIDA DE MARIA CRISTINA LOPEZ

Yo soy Cristina, de la comunidad de Xiloxochico, Cuetzalan, tengo 35 años, soy casada y tengo dos hijos, y les voy a contar un poquito de mi vida, bueno de como la veo yo. Yo nací el 6 de Julio de 1968, soy indígena pobre, y hablo nuestra lengua, el nahuatl, aunque también entiendo y hablo el español, pues hay que entenderse con los demás.

Cuándo tenía 8 años, me fueron a dejar a la escuela, y allí estudié y aprendí a leer y escribir, a bordar servilletas, después, mi Mamá me enseño a tejer en telar de cintura, y empecé a bordar mis camisas, me llebaban a trabajar al campo y a abonar la milpa, a cortar café y a traer la leña para el brasero y cuidaba a mi hermanito.

Iba yo en cuarto año, tenía 12 años, cursaba 4o de primaria y no reprobe nada, mis calificaciones eran de 8 y 9 en promedio, pero ya después ya no fuí a la escuela por problemas económicos, pues mi Papá se enfermo y tenía mis dos hermanitos menores que yo, por eso empece a trabajar con mi Mamá para gastos de la casa y para que así mi hermanito pudiera terminar su primaria. Trabajamos sobre corte de café y mazorca, por cortar café nos pagaban por kilo, por cortar mazorca nos pagaban por día, yo me apuraba y me cortaba hasta 30 kgs al día. También empece a aprender a cocinar y a cuidar a mis hermanitos, y mis padres no me dejaban salir a ningún lado, menos a los bailes, no me dejaban salir, me decían: “tienes que aprender a cocinar para que algún día te cases y ya aprendiste todo de la cocina”.

Un tiempo empece a cocinar en una casa ajena, por cocinar y por lavar la ropa me pagaban por día, si termine el trabajo me pagaban por un día, si no me pagaban por medio día de trabajo, si no termine.

Cuando tenía 14 años empece a tener novio y a los 16, me case y tuve mi primer hijo a los 17, mi segundo hijo lo tuve a los 22, no me cuidaba ni nada, nadamás así quiso Dios. Estoy contenta porque ahora tengo mis dos hijos, grandes el primero tiene 16 años, y el segundo tiene 12 años.

En el mes de Diciembre de 1989 cayó una helada, se acabo todos los árboles de café y otros árboles y todo, ya no había nada, entonces se empezaron a reunir las mujeres y a organizarse. platicaban cómo hacer ahora, de qué ibamos a vivir?, y de allí pens´, voy a integrarme con ellas, eramos 8 compañeras, después formamos un comite, las pocas las que habíamos reunidas,y el comite empezó a buscar, dónde había una organización, y vieron que había un grupo de mujeres con la Cooperativa “Tosepan Titataniske”, porque antes de ahí empezó la organización de mujeres, y el comite allí se integro con las compañeras, con las que ya estaban organizadas desde antes. Allí nos aceptaron pero nos tenían a prueba 3 meses, ya a los 3 meses nos llegó un pedido de bordados y nos repartieron el trabajo, y como eramos nuevas, me dio mucho gusto de que ya tenemos trabajo, para nosotras ya era una gran ayuda, para mi. Después se formaron los equipos de comercialización de artesanías para vender fuera, a las ciudades. Cuando empecé a salir fué con miedo, porqué no quería ir porqué tenía problemas con mi familia y me criticaban los vecinos, pero yo tenía que salir, no les hacía caso, nos tocaba salir a las Universidades, en las ferias en las ciudades, y yo no quería participar por problemas con mis hijos, eran chiquitos y mi esposo no me dejaba. Pero yo tenía que salir porqué era mi responsabilidad, y le iba platicando a mi esposo y de que se trataban las sálidas, a dónde ibamos. Empezamos a tener capacitaciones sobre dirigentas, con nuestras asesoras (La Susana y La Ofe), y también le platicaba de que se trataba y hasta que lo convenci. Ahora ya participo en reuniones, voy a México, a Puebla, a vender las artesanías o a talleres: de derechos humanos y de dirigentas, en lo de dirigentas empece a participar desde que se empezaron a hacer en Morelos, luego en Tlaxcala, y hasta ahora me gusta participar. El Lunes me voy a ir al foro en Puebla es sobre la mujer y la justicia, allá vamos a platicar también nuestras experiencias en de cuándo una mujer demanda a su márido, porqué aquí en nuestra región hay mucha violencia, se maltrata a las mujeres, antes no decíamos nada, nos aguantabamos, porque si va una al juez, le dice que una tiene que respetar a su marido y no ofenderlo para que no la maltrate, todavía muchos hacen así, pero ya organizadas exigimos apoyo para la mujer y que si el hombre la abandona tiene que darle para mantener a los niños. Todavía me acuerdo que no podía salir de la casa, no me daba tiempo porqué una mujer tiene que hacer el trabajo de la cocina, lavar la ropá, echar tortillas, parar frijoles, llevar la comida al rancho y cuando tengo 3 hrs. libres tengo que traer leña, y ya de noche a bordar mis blusdas y a tejer en el telar, aunque sea un ratito, porque al otro día a levantarse ttemprano a las conco las seis máximo nos levantamos aquí.

Yo nunca me imagine que que algún día yo podría ser dirigenta de mis compañeras, pero un día me nombraron como tesorera de la comunidad, hay me preocupe mucho por lo de mis hijos y mi trabajo, pero yo tenía que cumplir esa responsabilidad, después mis hijos ya estaban grandes y entró uno a la secundaría y allí también me nombraron tesorera de la escuela, ya de lo de los padres de familia. en la misma comunidad, después ya en 1994, me eligieron como representante regional, integrante del consejo de mujeres de nuestra organización, porque después de que estuvimos en la Tosepan, formamos nuestra propia organización de mujeres, es una sociedad, y la llamamos en nuestro idioma (el nahuatl) Maseualsiuamej Mosenyolchicauanij, que quiere decir: Mujeres indígenas que trabajan juntas y se apoyan. Allí primero fuí del comite de finanzas y responsable del programa de granjas, mi trabajo era de visitar las granjas de las compañeras, junto con la veterinaria de la organización y ver que problemas tenían y ya explicarles como los van a cuidar, yo voy con la veterinaría porque tengo que explicarles a las compañeras en nuestro idioma porque muchas de nosotras todavía no hablamos o entendemos el castellano, y también organizabamos cursos en la regional con todas las participantes en el programas y ahí cada quién habla de sus experiencias, también yo tenía que manejar esos recursos y dar a las compañeras su crédito y después ir recibiendo las recuperaciones, y llevar controles, es muy duro porque se maneja mucho dinero y no se te tiene que perder ni un quinto y todo lo tienes que informar, si fuimos a la comunidad cuanto nos costo el camión, si nos tomamos un refresco, a veces vamos todo el día y si no hay tienda o no llevamos dinero, entonces hay que aguantarse hasta de regres, algunas compañeras si nos dan aguita o hasta un taquito, pero en otras comunidades nada.

Ahorita sigo siendo representante de la organización, ahora ocupo el puesto de tesorera del comite ejecutivo. Doy gracias a la organización por que allí aprendemos cosas nuevas, allí hemos recibido capacitaciones, sobre lo de derechos humanos, de salud, de contabilidad y de máquina de coser, para mi quiero conocer más lo que viene más adelante.

La verdad me ha gustado mucho ser dirigenta, aunque también es muy duro, al principio más porqué no tenía comprensión y apoyo de mu familia. Para salir tenía que llegar y en la noche “parar” mi comida, lavar ropa hasta de noche, ya pararme tempranito y dejar echada las tortillas, y así poder salirme. Ahora ya es diferente, todo ha cambiado, nunca pense que mi vida cambiaría de esa forma, nuestros sueños si se han cumplido, estando organizadas logramos muchas cosas, yo me siento diferente, como otra mujer, ya no tengo tantos miedos y puedo hablar en público, y andar en las ciudades, entrar en las oficinas y hablar con toda la gente. En la familia ya me apoyan, mi esposo y mi suegra, puedo sálir y ya no necesito dejar todo listo, mis hijos también se lavan su ropa, que gusto me dió cuándo el Oscar empezó a lavarse su ropa, era de la escolta y tenía que llevar su uniforme blanco, los lunes y los viernes, un día yo llegué apurada y el ya estaba lavando, me dijo que me descansara, que el ya había lavado su ropa. En la comunidad También cambiaron las cosas, ahora ya no nos critican como antes, al contrario se acercan a nosotras , alas del grupo, nos piden consejos, apoyos, hasta las autoridades nos piden apoyo y nos tomas en cuenta para cambiar la autoridad, yo veo que pronto no falta mucho una de nuestras compañeras va a tener un cargo importante, no para ser más, no para enriquecerse sino para apoyar a más mujeres.