Ponencia 1

La Microempresa Rural como uno de los Caminos Posibles para Reducir la Pobreza Rural.

Pietro Simoni
Consultor

  1. La Microempresa Rural como instrumento para reducir la pobreza rural.

En América Latina en los años ´80 y ´90 se ha observado una expansión de los sectores de la microempresa formal e informal. Existe un problema real de apreciación, cuantificación y clasificación del fenómeno, que reside en la dificultad de contar con una definición formal de “microempresa” en una realidad socioeconómica en rápida evolución, con empresas y sectores muy heterogéneos. Estas dificultades se acentúan en el caso específico de la definición y cuantificación del fenómeno a nivel rural.  Los criterios de clasificación y definición de “microempresa rural” son genéricos y cada una de las instituciones de apoyo y de desarrollo del sector han establecido criterios propios para definir lo que entienden por “microempresa rural”.

Un porcentaje importante de los ingresos de las familias rurales, en algunos casos superior al 40-50%, procede de actividades no agropecuarias, por lo menos un tercio de la población rural no tiene acceso a la tierra y las posibilidades de desarrollo rural relacionadas con la producción agropecuaria enfrentan restricciones relacionadas con la escasa disponibilidad de recursos naturales: esto evidencia la necesidad de considerar las actividades no agropecuarias como elemento fundamental en la estrategia de desarrollo rural.

La experiencia acumulada en las ultimas dos décadas de ejecución de proyectos de desarrollo rural, por lo menos los que han contemplado acciones de apoyo a la microempresas, demuestran que las microempresas pueden representar, en un cierto contexto y a ciertas condiciones, un motor para el desarrollo rural. Sin embargo parece claro que las microempresas rural pueden generar solo un número muy limitado de puestos de trabajo, numero que tiene escaso significado en áreas densamente pobladas y con fuerte presión sobre la tierra. En cambio, tienen el potencial de funcionar como “dinamizadores” de las actividades ligadas directamente a la producción.

Las microempresa que han demostrado más eficacias en la dinamización de las economías locales son las microempresa de servicios comerciales o de apoyo y complemento a la producción. Son de rápido crecimiento, rápida respuesta, muy flexibles, capaces de responder a los cambios y a las oportunidades Las  microempresas de primera o segunda transformación de productos de origen agropecuaria, u otras materias prima, enfrentan mayores dificultades de instalación, son menos flexibles de las de servicios, enfrentan problemas de mercado, de liquidez, y de tecnología .

La posibilidad de poner en camino un proceso local de desarrollo debe considerar que el  conjunto de actividades locales configuran un sistema, que a su vez se relaciona con otros sistemas, en el cual el desarrollo y las posibilidades de superación de la condiciones de pobreza son estrictamente interdependientes. Por eso el concepto de microempresas rurales, considera la microempresa rural como uno de los subsectores económicos que conforman los sistemas de las sociedades locales. Las microempresas rurales no se ubican necesariamente en el “campo”, y no se limitan a la utilización de productos de origen agropecuario. El espacio y los sistemas rurales son abiertos, heterogéneos y con estrecha y permanente interdependencia económicas con los espacios urbanos y periurbanos. En este contexto asume un papel fundamental el desarrollo de las “Ciudades Intermedias” y el rol de los Municipios como actores principales del desarrollo local.

Por estas razones es errado pensar en apoyar un sector, u otro sector, pensando que uno de los dos pueda resolver los problemas del otro: la microempresa rural no puede desarrollarse como un sector autónomo. La evidencia empírica, en cuanto no se dispone de estudio o de análisis de matrices insumo-producto a nivel de proyectos, señala que el desarrollo de microempresa rurales o mejor dicho en el ámbito rural, tienen bajo efecto en la generación de puestos de trabajo y baja capacidad de absorción de materia prima local. En cambio, como se mencionó, tienen un efecto multiplicador geométrico en el mejoramiento de las condiciones de vida y en la dinamización de la economía local cuando ofrecen “servicios” que van desde los servicios de transporte de personas y de productos, modernización de sistemas de comercialización, hasta servicios personales y profesionales.

Una propuesta de estrategia de desarrollo rural equilibrada debería mantener un fuerte enfoque de apoyo a la producción agropecuaria, que es la principal actividad productiva en el medio rural, y identificar el apoyo a la  microempresa como un camino para la generación de puestos de trabajo y una posible respuesta a la necesidad de involucrar las mujeres en actividades productivas generadoras de ingreso.

El concepto se basa en la percepción de la capacidad, en un cierto contexto que se describe más adelante, de las microempresas de tener un efecto retroalimentador y estimulador en el mejoramiento de la producción agropecuaria, en el fortalecimiento de una demanda local de insumos, y en la oferta de servicios, que tienen un impacto considerable en mejorar los ingresos de los pequeños productores agropecuarios.

Es esencial que las microempresas tengan un rol y una viabilidad económica “per se” pero en función y en la perspectiva de un papel dinamizador del resto de las actividades productivas rurales.

 

  1. Condiciones favorables para el desarrollo de las Microempresas Rurales

La experiencia ha demostrado que la viabilidad del desarrollo de microempresas rurales debe contar de antemano con las siguientes condiciones mínimas:

  1. i)                 Una presencia de microempresas, o mejor dicho de microempresarios o artesanías suficientes a asegurar una masa critica con la cual iniciar un programa de apoyo.
  2. ii)                La disponibilidad de infraestructura de energía de comunicación y de caminos que no obstaculicen la instalación de equipos y que permita costos de transporte razonables.

iii)                Una estructura social con ciertos niveles de alfabetización y de habilidades y conocimientos tradicionales.

  1. iv)               La accesibilidad a materia prima y a materiales de consumo a precios comparables con la competencia localizada en otras áreas.
  2. v)                Un mercado local o cercano suficientemente amplio para absorber por lo menos una parte de la producción y mercados potenciales identificados.
  3. vi)               Acceso a servicios de reparación, mantenimiento y otros servicios en general a costos razonables.

En el caso de no contar con la mayoría de estas condiciones, los proyectos enfrentan graves riesgos de fracaso y dificultades de operación y deberían primero a generar condiciones favorables para una sucesiva fase de apoyo a la microempresa. En esto asume una particular valencia la necesidad de contar o de formar microempresarios: el microempresario es una figura con características precisas, con habilidades y conocimientos especiales, con una visión de la producción que lo diferencian netamente de un productor agropecuario que vive otros tiempos otros ritmos, otras variables otros conocimientos, otras formas de organizar el trabajo.

En relación a las posibilidades de éxito y de impacto positivo sobre el sistema económico  local se ha observado que las microempresas de “sobrevivencia” que no se sustentan en una capacidad mínima de acumulación, tienen escasa o nula posibilidad de evolucionar. Con el objeto de tener impacto sobre el desarrollo es recomendable priorizar y concentrar las acciones de apoyo sobre:

  1. i)               Las microempresas existentes que aseguren procesos de encadenamiento hacia adelante y hacia atrás que permitan el mayor impacto posible sobre los productores agropecuarios (incrementos, diversificación, precios).
  2. ii)              Las microempresas nuevas (si se cuenta con microempresarios) que aseguren procesos de encadenamiento hacia adelante y hacia atrás que permitan el mayor impacto posible sobre los productores agropecuarios (incrementos, diversificación, precios).

iii)             Las microempresas que pertenezcan o permitan configurar sistemas especializados e integrados entre sí y entre el entorno económico rural.

  1. iv)             Microempresas que aseguren servicios a la producción y a la persona.

Es recomendable la elaboración de una tabla insumo/producto, y un de análisis de los encadenamientos integrada con una evaluación de la capacidad de generación de efectos colaterales dinamizadores del sistema económico rural en su conjunto que permita demostrar que en las condiciones “especificas” del área del proyecto, la llave del desarrollo rural y de la superación de las condiciones de pobreza rural, reside en la posibilidad de desarrollar la microempresa.

Este concepto se ha transferido en el diseño de los proyectos introduciéndose criterios que permiten priorizar  microempresas que aseguren los encadenamientos de la producción campesina y agropecuaria sea hacia adelante (transformación y comercialización de productos agropecuarios) sea hacia atrás (suministro de insumos y servicios para la producción agropecuaria y para las familias rurales), y/o que generen puestos de trabajo o conformen sistemas de integración y complementación con otras microempresas.

En el caso del proyecto del Corredor Puno-Cuzco, por ejemplo, se han elaborando estudios específicos que identifican los circuitos y los encadenamientos productivos y permiten cuantificar los flujos de materia prima y de insumos. Se han identificado varios circuitos como, por ejemplo, el circuito que a partir de las microempresas de los peleteros y el de las microempresas de tejedoras, tienen efectos sobre la cría de camélidos, la comercialización, la selección y el lavado, el primer procesamiento de la fibra etc., o el de los microempresarios herreros que producen herramientas o implementos que son utilizados por los productores agropecuarios o por los microempresarios.

Con el fortalecimiento y la modernización de microempresas ya existentes, se apunta a responder a la necesidad de desarrollar y reforzar las actividades económicas existentes. Al mismo tiempo se reducen los riesgos relacionados con iniciativas nuevas que no cuenten con experiencias y conocimientos previos por parte de los microempresarios. El desarrollo de estas iniciativas permitirá sostener los niveles ocupacionales existentes e incrementar las oportunidades de trabajo y la generación de ingresos complementarios, o principales, para la población rural.

Desde un punto de vista del logro del objetivo del desarrollo rural, la intervención sobre el sector de la micro y pequeña empresa se justificaría así: el desarrollo de la micro y pequeña empresa asume un rol dinamizador, como sector con funciones de bisagras, con efectos catalizadores sobre la producción agropecuaria, la comercialización y finalmente sobre los ingresos de los pobres rurales.

  1. Marco legal, institucional y político favorable al desarrollo de las Microempresa Rurales

En términos generales no se cuenta con evidencia de que las debilidades del marco legal y de las Leyes obstaculicen el desarrollo de las microempresas rurales, o por lo menos no hay evidencia que este sea uno de los problemas principales. En cambio, la ausencia de Instituciones Financieras, y de Servicios Técnicos específicos para la microempresa rurales son, tal vez, las limitación más graves.

El entorno político puede ser favorable, y de hecho varios países cuentan con Leyes de microempresa, con declaraciones de prioridad política y con algún organismo estatal abocado al sector, pero no se cuenta con instrumentos eficaces para apoyar el desarrollo de la microempresa. Una de las deficiencias mayor responde a ausencia de personal técnico con formación, experiencia y un enfoque “empresarial” relacionado a temas como la administración y contabilidad, ventas, compra de materia prima, almacenamiento, tecnología, racionalización de los costos de producción, análisis de los costos financieros etc. El otro aspecto clave se refiere a la ausencia de Servicios Financieros (servicios financieros, no solamente crédito) que puedan responder a las necesidades de las Microempresas Rurales. La oferta de servicios disponibles es  débil y poco especializada.

En resumen se podría mencionar que las  principales restricciones responden a dos órdenes de factores: uno responde a debilidades y restricciones propias de las microempresas y microempresarios, y otro responde a factores externos, que dependen de factores políticos, de organización institucional y de inversión pública en infraestructuras, y de debilidad de un tejido industrial y de servicios que funcione de substrato favorable. Las restricciones principales son:

  1. Restricciones Estructurales.

–                  Los niveles tecnológicos de las microempresas rurales son muy tradicionales, precarios y con bajos o nulos niveles de control de calidad.

–                  Restricciones para el acceso a recursos financieros para inversiones en activos fijos y capital de trabajo.

–                  Debilidad o ausencia de organizaciones de microempresarios

–                                    Escasa información sobre mercados existentes y potenciales.

–                  Unidades económicas productivas dispersas, y largas distancias de los mercados de destino, con elevados costos de transporte de la materia prima y de los productos finales.

–                  Los sistemas de comercialización se apoyan en un número elevado de intermediarios.

  1. Restricciones del entorno macroeconómico y social .

–                  Deficiencia de energía, de infraestructura básica y de servicios de comunicación como teléfono, correo, etc.

–                  Debilidad del entorno macroeconómico y en particular debilidad de los sectores industriales de base o avanzados que puedan proporcionar equipos, implementos, servicios tecnológicos y materia prima.

–                  Ausencia de servicios de promoción, capacitación y asistencia técnica, específicos y dirigidos a los pequeños productores microempresariales.

  1. Interacciones horizontales y/o verticales entre Microempresas Rurales.

Para obtener resultados concretos que aseguren el éxito de las microempresas en sí y un impacto significativo en el desarrollo rural, se mencionan por lo menos cinco conceptos estratégicos que deben ser perseguidos: la especialización, la integración y la concentración por áreas geográficas, los encadenamientos productivos con la producción agropecuaria y la integración con empresas de mayor nivel operativo.

  1. i)          La especialización dentro de las ramas permite la incorporación de tecnología específica, mejor calidad del producto final y mejor aprovechamiento de las habilidades, capacidades y disponibilidad de recursos. Los volúmenes producidos por la micro y pequeñas empresas son reducidos y para producir un bien destinado al consumo final son necesarias varias etapas y operaciones a veces muy diferentes. Es posible alcanzar una mejor eficiencia productiva, concentrando las actividades de cada microempresa en pocos o algunos segmentos de la actividad productiva. Se puede contar con ventajas que derivan de la utilización a pleno del capital fijo, evitando la necesidad de disponer de equipos y maquinaria que se utilizan sólo temporalmente. A menudo los productos de las micro y pequeñas empresas no alcanzan los estándares deseados por el mercado y la especialización productiva puede permitir productos finales con estándares más altos.
  2. ii)         La integración horizontal. Los procesos de integración se pueden dar entre ramas productivas diferentes: cerrajeros que producen herrajes para carpinteros que producen muebles; y entre la misma rama: carpinteros que producen las partes en madera de las sillas y artesanos que trenzan y terminan la preparación de los asientos, etc. En una etapa más avanzada la integración se puede dar con micro y pequeñas empresas que ofrecen servicios de comercialización de insumos y de productos, administración, publicidad, etc. Los sistemas de integración y de especialización permiten el funcionamiento de sistemas de compra de materia prima en volúmenes, la identificación de un producto como procedente de un área específica y con determinadas características (quesos de…) con una presencia constante y masa crítica suficiente en el mercado. Los sistemas de integración permiten alcanzar mecanismos de organización interempresarial para facilitar el acceso al crédito, y para la creación de mecanismos de financiamiento local.

iii)         Concentración por áreas. (Distritalización) Es conveniente apoyar y fomentar los procesos espontáneos de concentración de ciertas ramas de micro y pequeñas empresas que tienden a desarrollarse y localizarse en áreas geográficas especificas. El acompañamiento de estos procesos permite apoyar al mismo tiempo los procesos de especialización y de integración, aprovechando las tendencias naturales y las ventajas comparativas que los micro y pequeños empresarios ya han identificado. El apoyo a los procesos de distritalización genera un ambiente favorable a la multiplicación de las micro y pequeñas empresas por fenómenos imitativos y por habilidades adquiridas por la mano de obra, y en el caso de alcanzarse una masa crítica suficiente, permite la presencia de otras micro y pequeñas empresas de servicios y reduce sensiblemente los costos de los programas de asistencia técnica.

  1. iv) Los encadenamientos con la producción agropecuaria. Los objetivos de desarrollo rural se pueden alcanzar solamente en el caso en que las microempresas tengan una fuerte capacidad de relacionarse con la actividad agropecuaria. Esto implica una estrategia que privilegia y promociona las microempresas que contemplen fuertes vinculaciones con la producción agropecuaria campesina. El fortalecimiento de los sistemas de encadenamientos productivos permite generar un tejido económico complejo e intersectorial.
  2. v) Integración con empresas de mayor nivel operativo. La integración vertical con empresas de mayor volumen y facturado puede facilitar los procesos de especialización y asegurar mercados de colocación de la producción por intermedio de contratos de mediano o largo plazo. Existe el riesgo de una segmentación muy fuerte y una relación de dependencia que responde más a las necesidades de localización y de flexibilidad productiva de la gran empresa que una real ventaja para los microempresarios. Es un camino interesante, inclusive fácil, y indudablemente muchas grandes empresas han manifestado interés, pero es necesaria mucha cautela
  3. Definición del grupo objetivo y beneficiarios.

El apoyo al desarrollo de las microempresas plantea el problema de la definición de “quien” son los beneficiarios directos e indirectos en función de los objetivos de lucha contra la pobreza rural. En el caso de algunos organismos como por ejemplo el FIDA, por su mandato especifico, resulta complicado financiar y apoyar beneficiarios con ingresos netamente por encima de la línea de pobreza, o beneficiarios clasificables como “urbanos” o “periurbanos”, que representan el grueso de las microempresa viables que pueden tener mayores oportunidades de éxito.

Al reconocerse el rol dinamizador de la microempresa en el desarrollo rural y el reconocimiento de su especificidad ha obligado a un esfuerzo de definición que respete y  mantenga las líneas de desarrollo rural y al mismo tiempo tome en cuenta las realidades económicas del medio rural y su posibilidades de desarrollo, con una propuesta de definición de “microempresa” y de “rural”.

  1. Una posible definición de microempresa.
  2. i)            Se consideran microempresas rurales todas las actividades económicas, que involucren actividades manufactureras de producción y de transformación, o actividades de servicios, realizadas en forma individual, familiar o asociativa, en las cuales sea prevaleciente la utilización de mano de obra, respecto a los otros factores de la producción. Estas actividades económicas son realizadas por población clasificada como rural y por beneficiarios que responden a la caracterización del grupo objetivo del proyecto.
  3. ii)            Normalmente el capital fijo invertido, salvo inmuebles, no podría superar los 15 000 USD por microempresa individual, y un número de asalariados en relación de tres a uno respecto al microempresarios. (Si se trata de una empresa unipersonal, podrá contar con tres asalariados, si la empresa cuenta con un número mayor de socios, dedicados a tiempo completo a esta actividad, podrá disponerse de tres asalariados por cada socio, hasta un máximo de 10 asalariados).

iii)           Las formas legales de la  pequeña empresa podrán ser todas las admitidas por la Ley.

  1. iv)           Los límites de inversión y capital de trabajo no excederían los techos de crédito por beneficiarios definidos por los reglamentos de crédito de los proyectos, con un techo máximo individual de alrededor de USD 5 000. Para las microempresas asociativas el techo de crédito es representado por el techo individual multiplicado por el número de socios efectivos. En este caso se indica, en general, que el capital fijo financiable de la empresas no podrá superar los 70 000/80 000 USD y el capital de trabajo financiable no superaría los 50.000/60.000 USD.
  2. b) Una posible definición de ámbito rural.

Considerando que la definición estadística o tradicional de “rural” resulta poco adecuada para los proyectos de desarrollo de microempresa rural. La definición de “rural”, y en este caso específico de “microempresa rural”, implica la utilización de algunos criterios que permitan entender los procesos de desarrollo económicos que abarcan un conjunto de actividades y de relaciones económicas que conforman una sociedad local con actividades económicas interdependientes.

Para fines de aplicación para los proyectos se propone adoptar una definición de “rural” y por ende de “microempresa rural”, basada en el espacio geográfico de los municipios o del distrito o de una subdivisión administrativa equivalente y para la cual se pueda disponer de información y datos, y considerando como “rurales” los sistemas locales que respondan a los siguientes parámetros (los datos son ejemplificativos):

  1. i)                      Indicadores de pobreza y de NBI. Población por debajo de la línea de pobreza, respecto a población total. (más del 40%)
  2. ii)                     Población dispersa sobre población total. (casco urbano más dispersa). (más del 60%)

iii)                    Número de predios con menos de 10 ha sobre número total de predios agrícolas. (más del 80%)

  1. iv)                    Población activa en el sector agropecuario sobre población activa total. (más del 60%)
  2. v)                     Producto bruto de las actividades agropecuarias y agroindustrial respecto al producto bruto total. (más del 30%)
  3. vi)                    Ingresos fiscales per cápita del municipio. (menor del promedio departamental o provincial o subdivisión equivalente)
  4. c) Criterios de elegibilidad de los beneficiarios microempresarios.

Respecto a los criterios de elegibilidad de los beneficiarios directos de los programas de apoyo al desarrollo de las microempresas, se propone la siguiente definición, utilizada para el proyecto Colombia, que debería ser oportunamente adaptados a las realidades de los proyectos caso por caso:

Los beneficiarios serían familias rurales o componentes de las familias rurales- entendiendo por rural la definición presentada en el punto anterior- con ingresos de hasta USD 5 000 por año,  que obtengan ingresos complementarios o principales generados por actividades microempresariales rurales ya existentes o por crearse. El limite de USD 5.000 por año es el limite propuesto por el proyecto de Colombia. Se podría indicar un limite máximo para otros proyectos en otros países el limite equivalente a 2 o 3 veces  la línea de pobreza.